El 81% de las parejas de entre 26 y 35 años serían pobres si decidieran tener un hijo y uno de los dos dejara de trabajar. Es una de las principales conclusiones del avance del estudio sobre inclusión social elaborado por Caixa Catalunya.
Sin embargo, España es uno de los países del ámbito europeo que menos pobreza registra entre los jóvenes. Pero esto es sólo un espejismo. La investigación de la Caixa atribuye estos datos positivos a que la mayoría sigue viviendo con sus padres. En caso de independencia, la mitad ería pobre y los índices de esta lacra entre esta franja de población se multiplicarían por cuatro. Jóvenes mileuristas y pobres.
En estos tiempos de contaminación acústica y mediática provocada por los mensajes electorales y los brindis al sol de las rebajas fiscales, algún partido político podría plantear la ejecución de una verdadera reforma laboral, en sentido positivo, que garantizara unos sueldos dignos a los trabajadores. O ahora van a venir con el mensaje de que la inflación y la actual coyuntura económica se pueden corregir con una contención de la subida de los sueldos.
Y después los sociólogos de los partidos se preguntan cómo solucionar los índices de abstención. Vaya interrogación tan retórica.
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