Los arqueólogos se quejan de la precariedad laboral que sufren, ya que son comunes los contratos basura y los casos de despidos improcedentes. En concreto, la asociación reivindica la elaboración de un convenio colectivo propio del sector con el fin de regular las condiciones laborales de la profesión. Demandan la definición de las categorías específicas de esta actividad, con sus requisitos, atribuciones y cometidos propios de la labor que desempeñan.
El colectivo también reclama la adaptación de las normas de seguridad a sus condiciones habituales de trabajo, así como la puesta en marcha de medidas de promoción de su actividad profesional para acercarla a la sociedad y la elaboración de un código deontológico de la arqueología. Con ello pretende lograr un mayor reconocimiento social e institucional de la profesión.
Condenados a la precariedad
La falta de un convenio colectivo propio provoca que los arqueólogos asalariados se vean obligados a aceptar en sus contratos las condiciones laborales de acuerdos tan dispares como los de jardinería, minas o secretarias y despachos, cuyas principales características son, por supuesto, la temporalidad, los sueldos inferiores a los 1.000 euros, pagas extraordinarias prorrateadas y contratos por obra y servicio que se prolongan durante años.
La firma de un convenio colectivo específico es la principal reivindicación de
No hay comentarios:
Publicar un comentario