Los culpables de la crisis económica y la caída de los beneficios de las multinacionales son los consumidores. Lo dice la Comisión Europea. La insigne autoridad supranacional ha reducido la previsión de crecimiento de España para 2008 hasta el 2,7 por ciento.
La Comisión Europea atribuye esta desaceleración a la caída de la demanda doméstica provocada por la disminución de la confianza de los consumidores, el enfriamiento del sector de la vivienda y el endurecimiento de las condiciones de crédito como consecuencia de las turbulencias financieras.
La caída de la demanda doméstica. Si esto está muy claro. Mientras las empresas siguen en beneficios, las cuentas corrientes de los trabajadores entran en números rojos. Roja es la situación de los consumidores, no porque sean comunistas, sino porque sus ingresos sí que no crecen al ritmo de la economía. Esa es la solución y no la macroeconomía.
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