miércoles, 27 de febrero de 2008

El petróleo rompe la bolsa y rompe países como Chad

Ahora que el barril de Brent acaba de superar los 100 dólares y de encender las alarmas de los mercados financieros, hay que recordar que el crudo no sólo rompe las cifras macroeconómicas sino que también rompe países. Es el caso de Chad, donde la localización de grandes yacimientos de petróleo ha sumido al Estado africano en una guerra fratricida, ha aumentado la corrupción política y ha empeorado los índices de pobreza.

El origen de los últimos enfrentamientos en Chad es el control del gobierno para, a su vez, gestionar los beneficios relacionados con el petróleo. El primer barril salió de los pozos de Doba, en el sur, a finales de la primavera del año 2003. La empresa que saca la mayor parte del petróleo es la norteamericana Exxon Mobil, si bien las autoridades chadianas han firmado un acuerdo con China para buscar nuevos yacimientos.

En un principio el Banco Mundial trató de experimentar en Chad un modelo de desarrollo que sirviera después para los países africanos con grandes recursos naturales. Así promovió una ley que obliga a dedicar al menos el 12,5 por ciento de los beneficios que las compañías extranjeras dejan al país a la lucha contra la pobreza. Esta norma se conoce como “Ley 001” y permite a la institución financiera controlar la gestión del dinero procedente de los hidrocarburos. Sin embargo, la práctica no ha dado los frutos esperados, ya que las primeras entregas de dinero se invirtieron en la compra de armas.

Desde que apareció el petróleo, Chad se ha convertido en el país más corrupto del mundo, según Transparencia Internacional. Y es que para controlar los ingresos del petróleo primero hay que hacerse con el Gobierno.

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