- "Necesitamos su mensaje de que toda vida humana es sagrada". ¡Cuánta razón tiene el sr. Bush! Casualmente el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha publicado su veredicto a favor de la pena de muerte aplicando la inyección letal coincidiendo con la visita del Papa a Washington. ¿Cambiará el dirigente norteamericano las leyes que permiten el castigo capital en la nación que presume de ser la más democrática y libre del mundo? Pues no. La frasecita de George se refiere a la prohibición del aborto y de la eutanasia. ¡Qué decepción!
- "Necesitamos su mensaje para rechazar esta dictadura del relativismo y abrazar una cultura de la verdad". Ala, George Bush se nos mete a filósofo. Será que al final de su mandato va a volver por el camino recto y va a reconocer que mintió en cuestiones como la guerra de Irak o la aplicación de la tortura a los presos de Guantánamo o las cárceles secretas de Estados Unidos. No, señor. Es sólo una cita del versado presidente del discurso realizado por Benedicto XVI en el cónclave que lo eligió Papa.
Qué decepción. George Bush no ha manifestado ninguna palabra de arrepentimiento sobre sus acciones y decisiones. Lástima. Bueno, aún nos queda la esperanza de que sí las haya pronunciado durante una confesión con Benedicto XVI. ¿Quién sabe? No, hombre, esto tampoco puede ser, que no son de la misma religión, aunque los dos dicen deberse a Dios.
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